
Mis referentes
Allá por los 80, conocí a quienes serían grandes maestros y referentes, como Guillermo Estévez Boero, cuyo ejemplo de militancia, compromiso y vocación de diálogo fueron determinantes a lo largo de los años. Fundó las bases de lo que es hoy el Partido Socialista. Nos enseñó que si pretendemos modificar la realidad tenemos que ser parte de ella, cualquiera sea el ámbito donde estemos insertos. Y que estudiar y conocer los temas a fondo es fundamental para concretar los cambios que anhelamos. Fue quien nos mostró que “se marcha, no se llega”. Una enseñanza que tiene absoluta vigencia y que nunca dejó de acompañarnos, en las buenas y en las malas.
Por entonces también conocí a Hermes Binner y a Miguel Lifschitz; los tres formamos parte de aquel primer gabinete municipal de Rosario en 1989.

Hermes siempre estuvo enfocado en lo social y fue un líder de gran carisma con la gente. Ya como secretario de Salud, inició la epopeya de la salud pública. Después, fue dos veces intendente de Rosario y su gobierno fue innovador en todas las áreas: además del fortalecimiento de la atención primaria de la salud y la promoción comunitaria en los barrios, amplió el rol del municipio en materia de educación, sorprendió con propuestas culturales que conservan su atractivo hasta el día de hoy, impulsó la descentralización del municipio, el presupuesto participativo, la planificación urbana, la integración metropolitana. Todas las grandes transformaciones de la ciudad se iniciaron en sus gestiones.
Más adelante, también fue quien plantó las banderas del progresismo en la provincia de Santa Fe, el primer gobernador socialista. Con su liderazgo democrático, fue quien abrió el camino y demostró que sabemos gobernar, con honestidad y humildad, y que hemos transformado el Estado y la vida cotidiana de la gente. Después fue candidato a presidente de la Nación, diputado nacional y presidente del Partido Socialista. Pero ante todo fue un gran compañero, que dejó un recuerdo imborrable en la memoria colectiva.

Miguel, en tanto, primero como director de Vivienda primero y después como subsecretario de Obras Públicas, sellaba su impronta de hacedor. Siempre se destacó como un planificador de lo urbano, pero cercano a todos desde su transparencia y sencillez. Como intendente de Rosario, impulsó un proceso plural de discusión que en 2009 dio origen al “Plan Estratégico Rosario”, donde se fijaron los nuevos desafíos para la ciudad y la región en década siguiente: el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, el desarrollo de energías alternativas, la promoción del conocimiento y la biotecnología, la movilidad urbana y la conectividad regional, y la articulación de la planificación pública con la inversión privada como herramienta para la inclusión y el desarrollo urbano.
Ya como gobernador, volvió a desplegar esa mirada estratégica capaz de abarcar todos los temas y de adelantarse a lo que venía en tiempos tan complejos y vertiginosos. Además de consolidar las transformaciones iniciadas por Binner y Bonfatti, llevó adelante un plan de obras públicas sin precedentes a lo largo y a lo ancho de la provincia de Santa Fe, muchas de las cuales continúan su desarrollo hoy en día porque se trata de proyectos de mucha envergadura, como puede ser el acueducto que va de Desvío Arijón a Rafaela, el hospital Regional Sur de Rosario, o el nuevo edificio de Tribunales en Santa Fe capital. Es decir, obras que le van a cambiar la vida a varias generaciones.

Por eso, hoy su legado representa una guía y un proyecto a futuro, con las ideas, los objetivos y las políticas para concretar los sueños que el Partido Socialista y el Frente Progresista persiguen para la provincia de Santa Fe.

Jamás dejaron de caminar solos por la calle, tranquilos y predispuestos. Cualquiera sabía donde vivían y podían hablarles en cualquier momento. Hoy, repasando estos 35 años de militancia, veo que esos ideales siguen en pie y son la columna vertebral del partido y el proyecto político que integro, y que sumando la frescura de las nuevas generaciones y la potencia de la innovación y de lo diverso, nuestra esencia está intacta.