Nací en la ciudad de Rosario, en una familia de españoles que echaron raices por estas tierras. Soy contadora y licenciada en Administración recibida de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Rosario y realicé un posgrado de Dirección de Empresas en la Universidad Austral. En ambas instituciones, además, ejercí como docente.
Supe que sería contadora en mi adolescencia. El camino se forjó al elegir el Superior de Comercio, la escuela secundaria a la que fue mi papá y que nos preparaba de manera excelente para la etapa universitaria; era una antesala de la facultad.
La carrera me encantó, no sólo por el perfil de "números" sino por la visión de las organizaciones que brinda la licenciatura de Administración, que implicó una formación más amplia y complementaria. Todo ese bagaje me preparó para entender la gestión pública y desarrollarme en las áreas más duras, como las finanzas, los servicios urbanos y el desarrollo productivo.
Había vivido la adolescencia y parte mi juventud en dictadura, por lo que era muy difícil acercarse a la política. Pero ya en democracia, con la ilusión que teníamos de vivir a pleno de las libertades y los derechos, seguía muy de cerca a una compañera de trabajo, Isabel, que era militante del Partido Socialista. En una circunstancia muy especial, como fue la gran inundación de Rosario de 1986, me uní a las tareas solidarias que el socialismo realizó por entonces, después a los equipos técnicos y finalmente a las reuniones "orgánicas" de la militancia. Y nunca más me alejé.
Fueron años muy intensos, de un gran entusiasmo, de aprender y de soñar con asdía. Nos reuníamos a leer y capacitarnos -en mi caso, en temas económicos-, debatíamos en reuniones políticas, pintábamos pasacalles con rodillo y pincel, salíamos a contar nuestras propuestas y a afiliar casa por casa. "Estudiar, organizar y difundir", nos animaba Guillermo por entonces.
En forma simultánea, estuve al frente de la Empresa Municipal “Terminal de Ómnibus Rosario”, la Semtur (Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario), la Mixta y el Ente del Transporte de Rosario. Desempeñar esas funciones significó una enorme experiencia en temas presupuestarios y de servicios.
Mi recorrido es una muestra de cuánto hemos crecido colectivamente, de la mano del feminismo, para que hoy tantas mujeres ocupen roles ejecutivos y tengamos paridad en los cargos electivos.
Algo parecido me pasó andando por toda la provincia. Pude recorrerla de punta a punta, sorprenderme ante la singularidad intacta de sus pueblos, percibir el influjo de las distintas corrientes migratorias, la potencia de sus ciudades como faros diseminados en un territorio tan vasto. También pude asimilar el rol protagónico de Santa Fe en cada etapa histórica, un lugar central que se mantiene vigente, que habla de una tierra que estoy orgullosa de representar.